Para que una mujer se quede embarazada de manera natural es necesario mantener relaciones sexuales con eyaculación vaginal. Seguidamente, los espermatozoides deben ascender por el tracto reproductor femenino, hasta encontrarse con el óvulo en las trompas de Falopio, donde debe producirse la fecundación.
Posteriormente, el óvulo fecundado comenzará el desarrollo embrionario y se dirigirá al útero, donde debe implantar para dar lugar al inicio de la gestación.
En una pareja joven y sana, sin problemas de fertilidad, la probabilidad de embarazo en cada ciclo menstrual es de aproximadamente un 25%. Al cabo de un año, alrededor del 85% de las parejas que buscan un embarazo lo consiguen.
Por esta razón, no se recomienda acudir a una clínica de reproducción asistida hasta que haya transcurrido un año de relaciones sexuales sin protección anticonceptiva, o 6 meses si la mujer supera los 35-38 años.



